Es difícil explicar la catadura moral y los hechos que ocurren de vez en cuando en ciertos municipios. Por un Puñado de Votos conocía las andanzas de Corina Porro y Abel Caballero en Vigo, pero no se podía imaginar que un concello del interior gallego famoso por el «Queixo Arzúa-Ulloa» y por los centenares de vacas adquiriera un protagonismo tan relevante en estas semanas.
Primero se conoció como el candidato del PP y director de la Radio Municipal, Armando Cascón (que se declara un enamorado de la localidad), trató de llegar a un acuerdo propagandístico con el alcalde del BNG para que las ondas se convirtieran en un elemento de promoción del grupo en el poder. El actual mandatario, Xaquín García Couso, rechazó la propuesta y hace unos meses, vio como el director de la radio municipal y que le pedía casi 500 euros mensuales del concello por sus servicios de propaganda, se convertía en el candidato del PP a la alcaldía.
Este es el archivo sonoro del intento de chantaje.
Sin embaro, Cascón y su grupo encontraron la forma de contraatacar. Y es que sobre el actual mandatario de Arzúa pesa una inhabilitación de 6 meses que está recurrida. Sin embargo, la ley electoral establece que los cargos públicos en esta situación no pueden presentarse a las elecciones. La paradoja es la siguiente que recoge el diario El País:
La sentencia, que aún no es firme, es consecuencia de la demora en la ejecución de una orden al Ayuntamiento de derribo del sexto piso de un edificio. «Esta sentencia fue dictada en 1999, cuando el Gobierno municipal de Arzúa estaba en manos del PP», reitera el Bloque.
En conclusión, que mejor que permitir una obra ilegal, después perder la alcaldía y aprovechar la irregularidad para derribar al rival político… Sin duda, dan para una novela los hechos de estas semanas en el concello de Arzúa. Los 6.409 habitantes del municipio y las cientos, quizá miles de vacas, tambiéns e preguntarán si Por un Puñado de Votos, merece la pena llegar a tales extremos.
Por un Puñado de Votos 